El friíto mañanero me despertó, me animaba ir a Taigüaigüay, rápidamente hice un inventario de mis amigas y compañeras de caminata, y ninguna estaba disponible, pues sus rutas las llevaron a Perú, Chile, Argentina y USA …
Por lo solitario de la vía hacia la laguna, cambié de plan, y decidí dirigir mi propia sinfonía hogareña…
Esta, iniciaba con movimiento andante de la sección de percusión, en fugaces intentos ralentizados del cuchillo sobre la tabla de picar, era el tocino untuoso, que se mostraba suculento y deseoso de aderezar unas caraotas negras…
Y Yo, siempre firme sobre el camino que une el mesón apilado de recortes de cerámicas, algunos trastes y la cocina…
Desde mi cuarto llegaba la música de la Banda Twente one Pilots y su rock Werchter 2022.
Ya la sinfonía paso a un segundo movimiento, que iba de un Pianissimo chisporrotear de ajo, cebolla, Onoto y tocino sobre el sartén a un Moderatto jugo grasoso, cuyo aroma impregnaba la casa…
Esa transformación, me inspiró a llevarlo a otro nivel, y ya, listo…
¡Se vienen las carabinas trujillanas!, una especie de hallaquitas de maíz, rellenas de caraotas negras y envueltas en hojas de musáceas paradisíacas… que enamoraron mi ser, desde el primer bocado, por allá, un día que andábamos deambulando por el pueblo de La Quebrada estado Trujillo…
Y bueno, así inicia mi día de solsticio tropical con aroma de caraotas entocinadas…
Laura Morales/21-12-2024
Sin editar 🤭
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