Su amor fue orgánico y silvestre como semilla de cacao que
riegan araguatos en su andar
Ella era sembradora, él sabía de Cacao
Él, buscó aquel lugar del bosque donde se conjugaban la
sombra, la semisombra y el sol preciso, y juntos, colocaron una semilla de
cacao, como homenaje a su amor
La semilla germinó y en su búsqueda de luz giro 180 grados,
signo de fuerza y templanza de la futura plantita
Fue creciendo entre la espesura que su territorio le
brindaba
Se vieron brotar sus hojas atintadas que indicaban su
condición silvestre
Y así fue evolucionando hasta que emergió su verticilo
El, que conocía de dicho cultivo, le recomendó hacer una
poda, a lo que ella asintió, para que se desarrollara en simetría triangulada
Al año y medio, la plantita dio muestras de hacerse una
señorita al brotar unas pequeñitas flores, lo que esperanzaba a los amantes sobre
el futuro de la planta, las flores fueron apareciendo cada día más, y ya
adornaban su alargado tronco y ramas laterales
A los dos años brotaron chirelitos alegres, un alivio, la
planta era autocompatible
Y aunque no cuajaron, era un signo de su madurez
A los tres años y medio, ya era un árbol, de tronco
engrosado y altura adecuada, e iniciaba su proceso de fructificación
De repente, una energía desconocida arropó al bosque en
forma de un leñador que de un golpe certero talo a la planta al ras del suelo
La habitante del bosque vio como la savia se derramaba entre
sus senderos, sintiendo un gran dolor como si le arrancaran el alma
No comprendía lo que ocurría, aunque sabía, que las cosas orgánicas
se transforman
Y por eso, dejo en las manos del hada que cuida los bosques
la decisión de rebrote o no del cacao, ya que sus raíces quedaron intactas
Mientras, decidió cultivar y cuidar del resto de los árboles
y expandir hasta otros confines cada semilla que brotara de las plantas que tenía
De vez en cuando, llega a su mente la imagen hermosa de
dicho cacao, y le abriga la nostalgia de
pensar en saborear de sus frutos, sabe que solo el tiempo decidirá qué
pasará con ese árbol
De los amantes, no se supo más,
pues el nexo que los unía, era esa planta de Cacao
1-09-2020
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