jueves, 10 de diciembre de 2020

Música

Se dice que la Música es el idioma universal, y estoy totalmente de acuerdo, Y yo como músico la percibo en:

El grito de la Madre al parir
En el llanto del niño al nacer
En la risa de la madre cuando ve el rostro de su hijo por vez primera
En los cantos de arrullo
En el balbuceo de un niño
En la risa de orgullo de la Madre ante el triunfo de sus crías
En el guiño de la luna que anuncia su cita más larga con el sol
En el canto del gallo al amanecer
En el canto de ordeño del campesino
En el trinar de las aves por las mañanas
En el brotar de la semilla a la vida
En esa misma semilla que con sus hermanas baila en una tapara
En los golpeteos del mazo al maíz en un pilón
En el silbido de la bala
En la pisada presurosa
En el motor de un carro a toda prisa
En la sirena que atraviesa el silencio de la ciudad
En el tilín tilín de un instrumental del quirófano donde se juega la vida
En el silencio que deja la muerte a su paso
En el degustar de un beso
En el chasquido de unos dedos
En el ronroneo de los amantes
Y en su rítmica al copular
En la rima de un verso
En las ideas contrapunteadas de los copleros
En el rasgar del cuatro enamorado
En la cintura que se acopla al ton ton de un tambor
En el palmoteo de un son
Y en la clave de arranque de una canción
En el balbuceo de un niño
En el tarareo de un anciano
En el cambur pintor
En Otilio, Serenata y Alí
En los Panchos, y en los Ruiseñores
En las corales y ensambles que se andan por ahí
En la batuta del director y en la clave de sol
Ah, también en las otras claves

noviembre 2020



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Firmamento tapareado

 La Luna y Jupiter, meciéndose entre la fronda del taparo