Respiro profundo, y afirmo:
Un patio, es aquel lugar por
donde respira la casa.
Cuando queremos sentirnos
alegres, nos vamos al patio
Quien no recuerda ese patio de
tantos árboles, donde íbamos a sentarnos en esa piedra a simplemente trazar
cuadrículas y jugar la vieja en solitario
O donde dibujábamos una raya pa
colocar el mingo, pues hay solares con patios de bolas
También donde marcábamos un
triángulo para jugar metras
Un patio sin hamaca no es patio
Y sin un columpio, así sea de un
caucho con un mecate, menos.
Conocí un patio con una bombona y
un resorte, donde los niños se encaramaban y se mecían sabroso.
Y es que hay patios pa muchas
cosas, pa las fiestas de bodas, primera comunión, bautizos, cumpleaños y hasta
pa los rezos de un difunto muy querido.
En los patios, que por lo general
quedan al fondo de las casas, no falta una mesa con su juego de dominó
respectivo, y sus vacíos pa las cervezas, más un promontorio de leña pa cuando
toque hacer el sancocho.
Hay patios tan bendecidos, que
tienen gallineros o unos cochinitos en cría, codornices, acures, conejos, sin
faltar los apacibles morrocoyes, y sin dejar de mentar los perros de la casa y
los silentes gatos.
¡Que bonito!, cuando cada mañana
voy al patio, y me sobresalto con el raudo andar del cigarrón que de flor en
flor liba el néctar que dará vida a frutos para el alimento, sino, el colibrí
que en su aleteo acaricia las flores jugosas de estropajos, onoto y tapara en
labor polinizadora, también resulta curioso la variedad de cantos que trinan
parejas de aves, que se detienen entre en las ramas de los árboles, alegrando
mi mañana, sin dejar de estar atenta a la
gata que les aguarda en cacería felina, muchas caen ante la agudeza de
la misma y dejan al otro pajarito viudo.
Visité un patio con un bonito
jardín, muchos tulipanes, flores de muerto, cayenas, capachos y cariaquito de
varios colores, allí las mariposas danzaban al son del vaivén de las flores.
Viví en una casa con un patio que
tenía sumideros, y cuando llovía solíamos contemplar toda el agua de lluvia se
iba por esos hoyitos, no entendía su
significado pero era un fenómeno tan especial que me iba con la lluvia e
imaginaba el sendero que ella recorría hasta perderse en el infinito de ese
hoyito.
Recuerdo estar en un patio donde
se empozaba el agua de lluvia, y que alentaba a los presentes a que hiciéramos
barquitos de papel y navegábamos en esos pequeños charcos y nos hacía sentir
como el más experimentado navegante
Hay patios embriagadores, que
tienen plantas que al mínimo roce de sus hojas una queda atrapada por su
fragancia
En los patios te consigues de
todo pa aliñar, y que sabroso cuando una va y cosecha los ingredientes pa un
sofrito como ajíes, cebollín, pimentón, culantro, tomatico cagón y oreganito
Conozco familias que en vez de
recibir a la gente en la sala, la reciben en el patio, y cuando conversan de
sus visitas anteriores, hacen mención de cuando se sentaban debajo de la mata
de tapara, o bajo el mango, o entre los cacaos y los plátanos
Cuando veo un patio encementado
me siento triste, pues imagino a la casa que le precede, con un respirador
artificial.
En mis andanzas académicas,
visité a una amiga, que estrenaba su casa, y me dijo, vamos al patio, mi
primera impresión fue, GUAO, esto es un cementerio, sobresalían troncos de
varios árboles que habían sido talados, y todo tenía cemento, cuando le
pregunté por ese desolador paisaje, me respondió, la persona que vivió antes
aquí, mando a cortar todos los árboles porque no soportaba sus hojas, y yo la
compré así y estoy pensando como arborizar nuevamente, claro, primero debo
quitar el cemento.
Tengo amiguex que viven en
edificios, y como carecen de patio, se inventan sus patios embalconados en cada
ventana de sus apartamentos, siento, es un buen intento de oxigenar su hogar.
Algunas veces me gusta chocarle
el carro a personas, y les digo, lo siento, pero les será difícil comprender de
que les hablo, y me increpan, y eso por qué, tranquilos, es que a ustedes, les
falta patio.
Por otra parte, hay gente que no
se le ocurrió otra, que despedir el año en un patio, y eso es un hecho tan
fuera de lugar, pues cuando muchos andan entre hoteles, clubes y posadas de
altos costos.. ¡Vaya, que atrevimiento el de esta gente!, reivindicar el patio,
y por ende el konuko
Y esta gente tan rara, no son más
que las abuelas Ninfa y Reyna, que cada 29 de diciembre desde 2016 hasta
el presente, invitan a sus amiguex, allegados y konukerxs a compartir una tarde
hasta el amanecer entre aperitivos, calditos, licores propios, como macerado de
ponsigué, cocuy clarito, chococuy, guarapitos de hierbas, poesías, canciones,
performances y rituales… y pa no perder la costumbre, lanzan esta propuesta
virtual…
Dedicado al Patio e Ninfa
o el Konuko Las Abuelas
Un inolvidable patio, al que
amo desde que lo conocí por allá un 29 de diciembre 2016
Sembradora de Árboles (Laura María Morales, diciembre 2020)
No hay comentarios:
Publicar un comentario