viernes, 12 de enero de 2024

Torta de Auyama

Una semilla cayó en tierra fértil,

y días después brotó buscando el sol.

Abrazó la tierra con sus hojas,

hasta liberarse en infinitas flores.

Las abejitas libaron su néctar,

y las flores femeninas se convirtieron en fruto.

El campesino esperó, atento al momento adecuado,

y llenó su canasta con los frutos recogidos.

Intercambió, regaló y dejó algunos para sí mismo.

Los atractivos frutos atrajeron la mirada de una cocinera,

quien, sin pensarlo mucho, decidió:

"Están perfectos para una torta".

Se dedicó a elaborarla con esmero,

y la llevó a un compartir de cultivadores de la palabra.

Una torta sin pretensiones,

solo hecha para ser degustada

por quienes acudieron a ese encuentro..

Una torta radiante, adornada con sus propias semillas tostadas,

Allí, en el fondo del mesón, tímida pero elegante.

Jamás esperó ser sorprendida

al convertirse en la alegría de un cumpleañero,

que junto al canto de poetas, celebraron la vida del cineasta Jorge Zulueta

con una deliciosa torta de Auyama...




Foto: Juddimark Murzi

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